La malaria o paludismo es una enfermedad causada por un protozoo denominado "plasmodium". La malaria es una enfermedad parasitaria ya que se da una relación biologica entre un parasito (plasmodium falciparum) y un huesped que es el humano. Este protozoo se transmite de un cuerpo enfermo a otro sano mediante un organismo vector, un género mosquito llamado "anopheles". Esta enfermedad que es transmitida uunicamente por mosquitos anopheles hembra afecta a 300 millones de personas cada año y mata a unas 800.000 -niños más de la mitad. Las posibilidades de cura, hasta el momento, se reducen al uso de medicamentos profilácticos costosos y con efectos secundarios no despreciables y el uso de potentes insecticidas para eliminar los mosquitos con consecuencias ecológicas graves ya que el exterminio no diferencia las especies de insectos nocivos de los que no lo son.
Guerra biológica
Mosquito anopheles |
Científicos británicos y estadounidenses presentan los resultados satisfactorios de unos experimentos que abren la puerta a otra estrategia de lucha: la difusión de insectos inhabilitados, por ingeniería genética, para transmitir la enfermedad. Sería una forma de guerra biológica, pero controlada, sin afectar a especies ajenas a la malaria.
La formación de mosquitos transgénicos no es algo nuevo ya que ya se habían logrado con una capacidad muy limitada de transmisión de la enfermedad pero la modificación del ADN desaparecía rápidamente en la población de insectos al no conferir ninguna ventaja a los transgénicos frente a los naturales.¿Cómo se logró?
Para empezar hicieron, en el laboratorio, una población de mosquitos con un gen que produce un marcador verde fluorescente para facilitar la identificación de los insectos en el experimento. A continuación permitieron que se mezclaran con esta población inicial unos cuantos mosquitos con otro cambio en su ADN, esta vez el importante para el experimento, cuyo efecto es inactivar permanentemente el gen de la fluorescencia verde. A la hora del recuento comprobaron que, si en la población inicial más del 99% mostraban la coloración del marcador, tras doce generaciones, ese porcentaje se había reducido a menos de la mitad, es decir que la modificación capaz de anular el gen de la fluorescencia se estaba extendiendo. El éxito del experimento indica que es posible utilizar esta técnica para propagar en poblaciones salvajes de mosquitos una modificación genética específica, por ejemplo que limite su capacidad transmisora de la malaria.
Los ensayos fueron basados en Anopheles gambiae, uno de los principales mosquitos implicados en la propagación de la enfermedad, y lo que han hecho es introducir en ellos una secuencia de ADN que no sólo inactiva el gen de la fluorescencia verde sino que al mismo tiempo inserta una copia de si mismo en su lugar. Y esto ocurre en las células espermáticas del mosquito, de manera que cuando se cruza, casi todos sus descendientes reciben ese fragmento específico de ADN, que poco a poco se va difundiendo por la población en sucesivas generaciones.
Este equipo científico (con participación de expertos de la Universidad de Washington en Seattle, EEUU) está ya trabajando en el siguiente paso, centrándose en genes que el mosquito necesita para su reproducción o para la transmisión de la malaria.
Opinión Personal.
Una vez más otro avance que nos viene de la mano de la increible y prolifacética biotecnología. Dicho avance podría ir disminuyendo cada vez más la población afectada por paludismo. Y es que si los experimentos tienen éxito, con esta tecnología se podría soltar en la naturaleza -en zonas donde la enfermedad es endémica- una cantidad reducida de mosquitos transgénicos que propagarían sus genes y se reduciría notablemente el número de mosquitos transmisores. Sería una forma barata, segura y altamente efectiva para luchar contra esta terrible enfermedad, la malaria
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